Carlos Compagnucci

Adentro del Amalfitani y sentado en el banco de suplentes rodamos el testimonio de Carlos Compagnucci.
Su relato es especialmente valorado porque no solo estuvo (de un modo u otro) ligado siempre al club, sino porque también fue partícipe desde adentro de la revolución del Club.
El fue un testigo privilegiado de los cambios que empezaron con el Clausura 93 hasta este presente exitoso.

A los 17 años llegó desde su Córdoba natal (es oriundo de Monte Buey) para recalar en la pensión del club "era muy social, había mucha familia que te ayudaba a pasar el tiempo en la pensión". Esta característica tan distintiva de este club, de una parte social tan presente en su cotidianeidad es otra de las cosas por las que es UNICO.

Luego en el club hizo de todo. Por que fué jugador juvenil, profesional, director técnico interino de la primera división, director técnico de juveniles....
Dice recordar "el cariño de la gente del club, de la utilería, de las familias que te invitaban a comer para no sentirte solo....estuve 6 años viviendo allí".


Debutó en la primera de la mano de Mario Zanabria pero luego con Basile en el 89 le avisaron que no tendría  lugar y allí partió para el Deportivo Morón. En el 91 volvió cuando estaba el Bambino "y me quedé siempre en Velez".
Se acuerda que entre el 86 y el 93 "vivimos muchas frustaciones", la llegada de Bianchi que lo hacía sentir parte del grupo y el primer torneo sacandose el lastre de 25 años "mi granito fue apoyar, estar, acompañar cuando me precisaban. Yo sabía que ese era mi rol y todos me hacían sentir muy bien".
Recuerda el viaje a Corea y "la batalla campal que se armó adentro de la cancha" concordando con lo que contado por Omar Asad.

En el 97 llegó Bielsa...y hubo muchos cambios "el año 98 lo tomo especial porque Bielsa fue el DT que me hizo sentir importante adentro de la cancha, fuí mas partícipe" (estuvo en todos los partidos) pero sin embargo no duda en afirmar que "el mas importtante fue el del 93,  porque nunca ganábamos...la tarde vs Central nos fuimos llorando... nos pesaba la mochila por no ser campeón".


Es parte de la fauna de Velez, otro campeón de todo que siempre jugó el rol que le correspondió. Sin quejas, sin reclamos, dando todo por el club en el que "pasé más de la mitad de mi vida" y al que siempre entiende volverá porque ya es su segunda casa.


Hasta la próxima entrada

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